martes, 18 de noviembre de 2014

Cazadores- recolectores

Cambio de luz y regresan los paseos en la Naturaleza. Ya anhelaba que la temperatura permitiese caminar de nuevo, y la Luz crease otra vez momentos interesantes.



Salimos en busca del otoño que tímidamente se atrevía a hacer aparición. Sin ideas preconcebidas. Se ha hablado mucho ya si el fotógrafo de naturaleza ha de planificar las salidas o recoger aquello que encuentra, el estilo "cazador" o "pescador" de cada uno. Ni blanco ni verde, no soy maniqueísta, y mucho menos cuando la planificación ha de ceñirse, de momento, a unas horas concretas del día, y a partir de ahí, lo que el tiempo y la natura tengan a bien ofrecernos. Cada vez más me siento cazadora - recolectora.


Curiosamente durante el paseo no sólo los amarillos y ocres nos acompañaban, sino también algunos frutos que daban hermosas pinceladas al paisaje. Me desconcertó al principio, pero acabé situando el fruto del Espino Albar. Recordaba su flor blanca simple, que guarda similitud con la rosa canina.



No faltaban los escaramujos de esta rosa.



Y gratamente disfruté de algunos frutos tardíos de la zarzamora.



Llegados a ese rincón tan especial, captó mi mirada esta vez un tímido detalle



Me llena vagar por la naturaleza y desconectar de los ruidos diarios.


miércoles, 8 de octubre de 2014

Modulación a tonos lejanos

Un recurso armónico utilizado en Música es cambiar durante la obra la escala que se emplea en las melodías por otra de notas muy diferentes, en cuanto a carácter y altura, en relación a la escala de partida. Así explicado, creo que cualquier neófito podría comprender la idea de modulación, y en concreto aquella que se hace a tonos lejanos.



Durante el pasado Agosto el tiempo cambiante quiso traernos cromatismos del entonces lejano invierno, sinceramente, agradezco esos días grises en medio del luminoso y abrasador estío. Cambio de tono, y aprovechamos para hacer una pausa en la rutina veraniega de playa, mar y sol.



Sin trípode, y como tantas veces he leído, utilizando las rocas como punto de apoyo, jugué sin más con el mar y las piedras, mientras mi joven acompañante también disfrutaba, a su manera, explorando y poniendo a prueba sus dotes de escalador.



Suelo adaptarme rápidamente a los cambios, y trato de poner siempre el viento a mi favor, o al menos, evito exponerme demasiado ante vientos adversos.

lunes, 25 de agosto de 2014

Selene....siempre Selene

Salí a tu encuentro, y esquiva cual es tu naturaleza, me esperabas en un lugar donde ya no podía alcanzarte. A pesar de todo, y jugando con velos y mantos, fuiste generosa y me mostraste parte de tu Belleza, haciéndome saber que también aquella vez se trastocaban mis planes.

Tomé lo que me entregabas




Me observabas curiosa desde lejos, mas consentiste en rozar el agua antes de ocultarte de nuevo



Me enamora la luna sobre el mar. Dos años separan esta última imagen de la que publiqué en mi post anterior, e igual que nunca podremos ver dos veces el mismo río, tampoco veremos dos veces el mismo mar.

Creo que aunque lo anhelemos, es mejor no poder entrever el futuro.



miércoles, 9 de julio de 2014

9 de julio

Hoy hace un año que mi Vida cambió por completo. Cuando la Vida golpea tan duro cuesta levantarse, pero demasiadas cosas te obligan a hacerlo. He aprendido poco a poco a vivir de otra manera. Después de un rallentando siempre se continúa a tempo.

Gracias a todos cuantos me han ayudado a mirar adelante, se han quedado muchas cosas en el camino, pero hay que saber adaptarse.

La Fotografía ha sido más que nunca una tabla, una forma de desconexión, una forma si queréis de catarsis, y por supuesto, una gran ilusión. Gracias a todos los que enseñáis y tendéis, aun sin saberlo, una mano. El valor social de la Fotografía no son sólo los comentarios o marcas positivas en las redes sociales, es algo que va mucho más allá.

Hay heridas que nunca curan, pero se aprende a llevarlas dentro.


domingo, 6 de julio de 2014

Espejos

Familia y Fotografía son conjugables, pero exige en esta última grandes dosis de creatividad. No solemos poder disfrutar de las mejores luces, por lo que suele hacerse necesario fijarse en el detalle, y ser siempre conscientes de que los resultados probablemente se queden en punto de partida para posibles visitas posteriores, así lo valoro yo en mi caso. De momento cualquier excusa es buena para disfrutar de esos momentos, a veces salir a pasear por la Naturaleza es lo que sirve de excusa para tratar de buscar buenas tomas, y otras veces es al revés, la excusa de hacer fotografías sirve para pasear y disfrutar en familia, mi pareja y yo disfrutamos del paisaje, yo busco y me detengo en  fotografiar (o no) detalles que captan mi atención, y mi hijo observa insectos, huellas o busca piñas y bellotas.

Durante las vacaciones este invierno aprovechamos nuestra estancia en la Sierra de Segura (paraíso natural muchas veces desconocido y muy recomendable) para acercarnos a dar un paseo en torno al Embalse de la Fuensanta. Como suele ocurrir en familia, y además si el grupo es numeroso, directamente cambiamos el chip y nos adaptamos a la luz que encontremos. Al menos no todo estuvo en contra, el viento y las aves (que no tardaron en desaparecer ante nuestra presencia) consintieron en mostrarnos el Todo, permitiendo al agua transformarse en espejo límpido. Creo que si nos atraen tanto los reflejos es por la armonía que transmiten las formas simétricas.

En paisaje no soy demasiado de angular, pero algunos encuadres se ajustaban a ello



Tras las tomas normales de tipo social y reportaje no me cansé de buscar diferentes encuadres al agua, el lugar despedía paz



Muchos detalles captaron mi atención, el agua jugaba cual hermoso caleidoscopio, por lo que he debido hacer uso del recorte dado lo limitado del equipo






Realmente la luz no fue demasiado especial, pero fue una gran suerte que el agua se nos ofreciese como un espejo, al día siguiente pasamos junto al embalse en coche para hacer otra ruta, y una suave brisa ondulaba el agua, quizá durante un amanecer o un atardecer el aire (o hasta incluso el color) tampoco estuviese de nuestro lado, por lo que siempre hay que saber aprovechar el momento. A pesar de todos seguimos en búsqueda...


domingo, 25 de mayo de 2014

Hitos... y fin.







Todo final supone un principio. El camino sigue y sigue... 

viernes, 9 de mayo de 2014

Sueños




Siempre siento una tremenda amargura en situaciones fatídicas como esta, por diversas circunstancias, últimamente reflexiono mucho sobre  la importancia de mantener vivas las ilusiones, de conservar lo que proporciona felicidad y sosiego.

Se apaga otra hermosa Vida, y aunque no sea muy correcto decirlo, se apaga de la peor forma, se extingue por sueños extintos, por falta de anclas.

Triste es cualquier pérdida, pero cuando sucede persiguiendo un sueño, o por nuestra frágil condición, quizá no es tan amarga, el final que se busca por no encontrar otros caminos me desgarra.

Elegiste no sufrir más, supongo, pero qué Vida más esquiva en alegrías no te dejó otra elección.

Elegiste... descansa.

lunes, 5 de mayo de 2014

Ilusión

Hace unos pocos días, poniendo orden en las imágenes que he llegado a revelar por diversas circunstancias encontré una que ya no recordaba. es la que os muestro a continuación

Frágil



Es una foto que tomé casi por casualidad, estaba haciendo archivo de diferentes especies del jardín cuando me llamó la atención que sobre esta rosa (Mme. Louis Odier) reposaba una araña cangrejo. Le hice varias tomas sin acercarme demasiado, tampoco cuento con un objetivo macro, la sorpresa vino al revelarla, cuando observé la pequeña mosca que aparece arriba a la derecha, y que no vi en el momento de hacer la foto. Es por tanto una toma real, auténtica.

Satisfecha por el resultado hice algunos ajustes, fundamentalmente reencuadrar, y la presenté a un par de certámenes, sin ningún resultado. No voy a negar que esto me desanimó mucho, pero llegué a la conclusión de que la valía de una imagen, sin ser nada fuera de lo común la que os muestro, es muchas veces algo subjetivo, y que la demasiado frecuente preparación de las tomas acaban restando encanto a las que verdaderamente lo son. Aparte, lógicamente de la visión de quienes deben valorarla y las otras imágenes con las que compita.

La cuestión es que, aun para mí misma, he continuado haciendo fotos, es algo que me gusta, y sigo presentando algún que otro trabajo a concurso. Mantengo la ilusión de hacer algo que me llena, si gusta a otros, todavía mejor, pero llega un momento en que uno debe seguir su propio camino.

sábado, 26 de abril de 2014

Aurora Borealis, leyendas, mitos y certezas




Estas mágicas luces atrapan. Hace ya mucho tiempo que contemplarlas en vivo es uno de mis sueños.

Me gusta conocer el porqué de las cosas, pero no voy a contar la explicación científica de este hermoso fenómeno, me decanto por otras razones que me resultan más poéticas, diversas leyendas que los diferentes pueblos han imaginado para dar respuesta al origen de estas esquivas luces.



Aurora Borealis, en latín, como reflejo de una mítica relación entre el dios griego del Viento del Norte: Bóreas, y la diosa romana del amanecer: Aurora, que plasmaron en el cielo su amor.

En finés su nombre es "Revontulet", que significa literalmente "Fuego del Zorro", los finlandeses contaban la leyenda de que las luces las provocaban zorros que golpeaban con su cola la nieve, produciendo chispas que enviaban contra el cielo.

Los lapones, pese a estar geográficamente "cerca" de los finlandeses, aportan una explicación bastante distinta. Para ellos las luces eran la energía de las almas de los difuntos. Cuando estos fuegos ardían en el cielo todo el mundo los contemplaba con solemnidad, y los niños eran amonestados a comportarse con respeto. Se creía que quien faltase al debido respeto tendría mala fortuna, esto es, enfermedad y hasta la muerte.

Los esquimales del Este de Groenlandia pensaban que las luces eran los espíritus de los niños muertos al nacer, en el baile giran y giran, creando esas serpentinas y cortinas de la aurora.



Otra curiosa y hermosa creencia proviene de los indios algonquinos. Creían que Nanahbozho, el Creador, después de que terminó de crear el mundo, viajó al lejano norte, donde todavía acumula grandes fuegos que reflejan hacia el sur, para recordar a aquellos que él creó su amor duradero.

Diferentes tribus de indios de América del Norte comparten la idea de que las luces son espíritus, ya sea de enemigos muertos en la batalla o de animales.



Para los esquimales los límites de la tierra y el mar son bordeados por un inmenso abismo, sobre él aparece un sendero estrecho y peligroso que conduce a las regiones celestiales. El cielo es una gran bóveda de material duro, arqueado sobre la tierra. Hay un agujero en él a través del que los espíritus pasan a los verdaderos cielos. Sólo los espíritus de aquellos que tienen una muerte voluntaria o violenta y el cuervo, han recorrido este sendero. Los espíritus que viven allí encienden antorchas para quitar los pasos de las nuevas llegadas. Esta es la luz de la aurora. Se pueden ver allí festejando y jugando a la pelota con un cráneo de morsa.
El sonido silbante y chasqueante que acompaña, a veces, a la aurora son las voces de esos espíritus intentando comunicarse con las gentes de la tierra. Se les debería contestar siempre con voz susurrante. A los espíritus celestiales se les llama ‘selaimut2’, ‘sky-wellers’, moradores del cielo”.
 


Me resultó tremendamente curiosa esta idea del sonido acompañando a las auroras. Ya había leído algo sobre el tema alguna vez, pero no asociada a la leyenda. Y, espíritu curioso, me dio por investigar.

Es un tema controvertido, y ni los científicos parecían ponerse de acuerdo. Exámenes científicos mostraban que los sonidos que la gente asocia con las luces del norte no pueden originarse en las altitudes aurorales. Sólo el tiempo que la onda acústica necesitaría para viajar a través de una atmósfera superior muy fina de más de 100 kms., sería de unos 15 minutos, con lo que cualquier sonido de la aurora en llamas sería escuchado mucho más tarde de la observación visual. Sin embargo, investigadores de la Universidad Alvar Aalto en Finlandia pudieron comprobar en 2012 que dichos sonidos existían.

Os enlazo el estudio y un vídeo de muestra (vínculo en la imagen).

http://web.aalto.fi/en/current/news/2012-07-09/

Con sonido, o silenciosas, su belleza es mágica.

(Todas las imágenes que ilustran este post están tomadas de la Wikipedia, a excepción de la que sirve como vínculo, tomada directamente de la Universidad Alvar Aalto en Finlandia).

martes, 15 de abril de 2014

Ser agua

Cada día soy más consciente de mi atracción por el agua, aunque fotografío lo que me llama la atención y le encuentro Belleza, las imágenes que me llenan verdaderamente son aquellas en las que aparece en cualquiera de sus estados.

Me relaja contemplarla o sentirla en el paisaje.


"La suma bondad es como el agua.  El agua favorece a todas las cosas, pues no busca el poder.
Hay que ser como el agua que fluye mansa e indiferente".
"Todo va por sí sólo.
Si está el agua turbia, dejadla quieta, y ella sola, gradualmente, adquirirá transparencia".
"En esto reside la fuerza el agua; jamás puede ser quebrada por un martillo, ni herida por un cuchillo. La más poderosa espada del mundo es incapaz de dejar una cicatriz sobre su superficie".
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martes, 11 de marzo de 2014

Impulso

Me gustan las tormentas, sentir y admirar la Naturaleza desatada, y especialmente cuando el viento cambia y también a mi Vida llegan aires nuevos y quizá inciertos.

Regresaba de un largo viaje y la tormenta anunciada esperaba delante, mientras la atravesaba conduciendo disfrutaba de ella, y no pude evitar detenerme. Dejé el coche en un lugar seguro, no pude buscar el encuadre perfecto, el viento me golpeaba con fuerza y era inútil usar el paraguas. Hice una única toma.



Seguramente no recoge todo lo que pude sentir en aquel momento, como tantas otras veces una imagen tiene valor a los ojos de su autor en cuanto que le ayuda a recrear el instante vivido. Aunque de alguna forma se muestra el impulso vital que cíclicamente despierta. Toda tormenta debe traer su calma.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Entre nieblas

Este invierno estoy siendo afortunada, he podido disfrutar de la niebla mucho más que en otros.

Al ser consciente de la niebla de que íbamos a disfrutar, decidí explorar una ubicación que tenía pendiente, una Vía Verde, la verdad es que sin esta luz especial no hubiera merecido la pena llevar la cámara, tan sólo habría quedado en agradable paseo.

Leo últimamente en algunos interesantes blogs reflexiones acerca de la importancia de la creatividad en la fotografía de Paisaje, el casi imperativo de alejarse del cliché y la dificultad de aportar una visión personal y nueva en este campo de la Fotografía. Creo que es un objetivo que antes o después todo fotógrafo, en mayor o menor medida, se plantea: aportar su propia visión artística.
No es algo fácil. No sólo se trata de aportar frescura ante imágenes posiblemente ya repetidas, sino el aprovechar entornos en muchas ocasiones anodinos, para mostrar algo que realmente revista interés. Bromeando en una ocasión con un amigo fotógrafo le decía que en ciertos lugares no tiene mérito hacer fotos, ya que estas salen solas. Muchísimas veces el problema no reside ya en el propio fotógrafo o en su visión, sino en el potencial de aquello que tiene delante, determinado en gran medida por la Luz y la atmósfera que nos acompañe en cada momento.


Contaba con la Luz y la atmósfera, quedaba poder contar con motivos y encuadres interesantes. Comencé con algo poco original, pero evocador, el camino perdiéndose en la niebla, y una baranda introduciendo en la escena.





Haciendo camino, y recreándome en el ambiente que nos envolvía, fui encontrando, a pesar de todo, otras miradas, esta vez mucho más minimalistas.






Y contrastando por completo con los motivos anteriores, el también repetido pero hermoso detalle de las ramas llorosas.






El lugar es austero y complejo de fotografiar por dominar la Nada en un extremo y la poco fotogénica vegetación en otro, a pesar de todo, me relaja enormemente recorrer la llanura.







sábado, 11 de enero de 2014

Destino

Conozco tu destino.... pero no el Destino.




En las salidas fotográficas se puede planificar hasta cierto punto, el día en que tomé las imágenes que os muestro la previsión meteorológica era cielo despejado, sol.

Siempre que viajo hacia estos lugares llevo conmigo la cámara, esta vez, y dado el tiempo que preveía, no me llevé el trípode, pues calculé que no saldría de paseo y no lo iba a necesitar. Pero mi sorpresa, y gran alegría, pues hacía mucho que esperaba un día así, fue al ver al despertarme, temprano, como tengo costumbre, que una niebla espesa había invadido la ciudad. Aunque el termómetro a las 10 marcaba 3 grados, no supuso ningún problema para quienes suelen acompañarme.

Al llegar al lugar tomé una precaución que nunca está de más recordar, partiendo de que no todos tenemos un vehículo todoterreno o con tracción. Al dejar el coche en un camino de tierra húmeda, aunque no haya llovido recientemente, corremos el riesgo de quedarnos atrapados, que el coche se haya hundido, aun levemente, al regreso y que no podamos salir. Esta vez dejé mi coche sobre el borde del camino, de piedra y menos removido por los vehículos, sin entorpecer el paso.


Cuando se hace una salida improvisada se sufren las consecuencias, al encender la cámara para la primera imagen que os muestro, vi con gran asombro que la batería estaba a un tercio de su capacidad, algo que desde luego no podía sospechar, ya que había controlado antes del viaje que tendría batería suficiente. El frío empezaba a jugarme una mala pasada.

Tras hacer unas pocas tomas, extraje la batería e hice lo que muchas veces he leído a fotógrafos más experimentados en situaciones de frío intenso: guardé la batería envolviéndola entre la bufanda y mi cuerpo. A partir de ese momento, decidí reservar la carga que pudiese quedar para una última foto en un lugar al que hace ya mucho tiempo que deseaba encontrar con esa niebla. Disfruté del paseo y de la compañía.

Llegados al sitio, examiné los diversos ángulos que conozco ya bien, la niebla iba abriendo y sólo revestía interés uno de ellos. Saqué la cámara y monté la batería, para agradable sorpresa marcaba ahora dos tercios de su capacidad, el calor la había recuperado. Hice unas cuantas tomas, bastante limitada por la ausencia de trípode, y extraje de nuevo la batería.





Recordé la pregunta que hacía ya tiempo una voz infantil me había hecho. ¿y dónde va después?, y la sorpresa en su cara al oir mi respuesta y unir esas aguas con aquel puerto tantas veces visto y donde tantos buenos momentos hemos vivido. Es curioso constatar de repente que aun con todo lo que podamos saber de nuestro pequeño universo, nunca seremos del todo capaces de conocer lo que nos depara la existencia.

En el camino de regreso, aún pude hacer otras fotografías, guardando cada vez la batería junto al cuerpo, y todavía quedó carga al volver al coche. En situaciones problemáticas se agradece que otras personas que han pasado antes que uno mismo compartan su experiencia.