sábado, 28 de julio de 2018

Regresos

La Vida trae y lleva aires y circunstancias. Tras varios años sin hacer paisaje, pero sí mucha foto social, y de trabajo, ayer llegó el momento de retomar este tipo de fotografía, y retomar este blog, que se verá renovado poco a poco.

Fue también un regreso a un lugar que es referente en la zona en que me muevo, la Cala del Xarco, en Villajoyosa. Quise aprovechar la falta de tiempo en una ocasión anterior, apenas un año atrás, en la que la lluvia nos obligó a cortar la sesión apenas comenzada.

Ayer iba con algo de inquietud, llegué con tiempo de sobra, pero tantos años sin hacer tomas al atardecer, y mucho menos nocturnas, tenía mis dudas de si recordaría la técnica necesaria para conseguir un resultado aceptable.

Me dirigí al enclave casi obligado, y me senté a contemplar el mar, mientras algunas personas aprovechaban todavía para bucear o bañarse.

Tal como corresponde a estos meses, las luces fueron suaves, y en la cala no había gran oleaje, a pesar de todo aproveché para ir soltando las manos y la mente.




Pasado ya un rato, y acercándose la hora de salida de la luna, me desplacé al otro extremo de la cala, donde algunas personas más preveían también que se observaría mejor.

La bruma hizo que se ocultase más tiempo del previsto, y apareciese todavía algo borrosa, pero al fin se mostró eclipsada




Durante el fenómeno disfruté y traté en lo posible de sacar el máximo partido a mi equipo, creo que la realidad fue con mucho bastante más hermosa, pero os dejo humildemente la última toma.