viernes, 8 de mayo de 2015

Luces, sueños y recuerdos

Este blog ha estado en letargo casi todo el invierno, no así quien lo escribe. Esta temporada ha sido agotadoramente activa, aunque en el plano fotográfico no tanto como hubiese querido. En lo vital, tiempo de cambio, crecimiento y búsqueda de equilibrio.

Traigo unos pequeños retazos de uno de tantos paseos, en los que la memoria de luces y lugares soñados recrea paisajes que no existen.

Admiro y amo las cumbres, y confieso que las luces en ellas me dejan absorta, esta vez, aun sin ser el paisaje nada especial, no pude sino pararme, se activó el ensueño, Colorado lejano....






Llegados al manantial salobre al que nos dirigíamos, las luces cambiantes y el reflejo volvieron a sumergirme en sueños de otras frías aguas y mayores cumbres.



Hay paisajes que aun sin haberlos vivido permanecen grabados y soñados, y nuestra mente los reconoce en otros cuando se presenta la ocasión. 




jueves, 29 de enero de 2015

Catedral de El Jardín

A veces tenemos la impresión cuando estamos inmersos en un lugar de que ya hemos estado antes en él, sin haberlo hecho, otras veces un lugar nos evoca otro completamente distinto.



En este paseo conseguí ser consciente de por qué me resultan tan familiares y me atraen la verticalidad y los juegos de luz de los álamos, y hallé un curioso nexo de unión en mi mente. Me gusta observar cosas bellas, conozco un poco sobre Arte, y la arquitectura gótica siempre ha estado entre mis preferidas, ahí estaba. La uniformidad del trazado a línea de los álamos era cuanto pretendían imitar los arquitectos de antaño, la majestuosidad y derroche cromático de la Naturaleza. Las hileras de los árboles y la suave curvatura que fruto de la perspectiva contemplan nuestros ojos, hileras de columnas, y vidrieras que inundan de colorido el interior de las naves.

Vengo prefiriendo internarme en estas otras y más perfectas catedrales para hallar sosiego.