miércoles, 19 de febrero de 2014

Entre nieblas

Este invierno estoy siendo afortunada, he podido disfrutar de la niebla mucho más que en otros.

Al ser consciente de la niebla de que íbamos a disfrutar, decidí explorar una ubicación que tenía pendiente, una Vía Verde, la verdad es que sin esta luz especial no hubiera merecido la pena llevar la cámara, tan sólo habría quedado en agradable paseo.

Leo últimamente en algunos interesantes blogs reflexiones acerca de la importancia de la creatividad en la fotografía de Paisaje, el casi imperativo de alejarse del cliché y la dificultad de aportar una visión personal y nueva en este campo de la Fotografía. Creo que es un objetivo que antes o después todo fotógrafo, en mayor o menor medida, se plantea: aportar su propia visión artística.
No es algo fácil. No sólo se trata de aportar frescura ante imágenes posiblemente ya repetidas, sino el aprovechar entornos en muchas ocasiones anodinos, para mostrar algo que realmente revista interés. Bromeando en una ocasión con un amigo fotógrafo le decía que en ciertos lugares no tiene mérito hacer fotos, ya que estas salen solas. Muchísimas veces el problema no reside ya en el propio fotógrafo o en su visión, sino en el potencial de aquello que tiene delante, determinado en gran medida por la Luz y la atmósfera que nos acompañe en cada momento.


Contaba con la Luz y la atmósfera, quedaba poder contar con motivos y encuadres interesantes. Comencé con algo poco original, pero evocador, el camino perdiéndose en la niebla, y una baranda introduciendo en la escena.





Haciendo camino, y recreándome en el ambiente que nos envolvía, fui encontrando, a pesar de todo, otras miradas, esta vez mucho más minimalistas.






Y contrastando por completo con los motivos anteriores, el también repetido pero hermoso detalle de las ramas llorosas.






El lugar es austero y complejo de fotografiar por dominar la Nada en un extremo y la poco fotogénica vegetación en otro, a pesar de todo, me relaja enormemente recorrer la llanura.