martes, 29 de enero de 2013

Remanso

Hay paisajes que sólo existen en nuestra mente, recuerdos de algún lugar que conocimos, pero que pasado el tiempo, y al cambiar la perspectiva vital, se diluyen y los recordamos vagamente, no coincidiendo recuerdo y realidad. Otros paisajes son realidad ideal, suele pasarnos a los que dedicamos algunos ratos a hacer fotos, desearíamos la perspectiva perfecta, sin piedras o plantas que molesten la composición trazada, o ansiamos una luz determinada, que quizá nunca tenga posibilidad de proyectarse. Y muchos otros paisajes son por completo inventados, tratamos de plasmarlos alterando la impresión de lo que se nos muestra, a través de los medios que nos proporcionan nuestros equipos y a través del revelado.

No puedo negarme al hechizo de Selene, y su luz derramándose sobre el mar tiene un especial magnetismo, así que cuando surgió el momento no lo dudé.

Es paradójico pensar que la lámina marina casi estática es resultado de atrapar miles de olas agitadas por el fuerte viento. La impresión ante esta imagen es de calma, pero sólo aquellos que conozcan un poco más pueden adivinar las condiciones reales en que fue tomada.



Pienso si no ocurrirá lo mismo en otras situaciones, quizá la serenidad no es sino fruto del control de tormentas internas.

2 comentarios:

  1. Una fotografía interesante. Transmite mucha calma "quizá" aparente por lo leído en el post. En todo caso es muy serena.

    Saludos

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    1. Es lo que me transmitía el momento, a pesar del aire, la luz y el lugar comunicaban serenidad. Gracias por pasar.

      Saludos

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